Las cerraduras embutidas se encuentran en el lateral de las puertas empotradas o embutidas, se destacan por su completa discreción. Gran parte de su masa, suele encontrarse en el interior de la puerta, donde debes introducir la llave por el lado visible, debido a que el resto se mantendrá oculto por motivos de seguridad. Dentro de este rango, es posible apostar por distintos tipos de cerraduras, para dar mayor seguridad a ti y a tu familia.
Por esta razón, puedes apostar por diferentes tipos de cerraduras embutidas de seguridad que cuentan con importantes dispositivos de autobloqueo para que la puerta no pueda ser manipulada, gracias a ello, el ladrón no podrá abrirla a la fuerza. Debes tener presente que estas cerraduras son extremadamente costosas debido a los beneficios que ofrecen. Para poder adquirirla, es importante que revises tu presupuesto personal, según el dinero que dispongas, tendrás la oportunidad de adquirir un modelo más o menos seguro. Cuando vayas a realizar una inversión de este tipo, recuerda que tu seguridad no se regala ni tampoco tiene precio.
El cilindro de la cerradura es una de las piezas más importantes, si es antibumping, muchísimo mejor. De esta manera, evitarás la apertura de la puerta por parte de los malhechores. La medida tomada, debe ir acompañada de otras que brinden mayor seguridad, este es el caso del sistema anti ganzúa y anti palanca. Se recomienda adquirir siempre un modelo fabricado por marcas reconocidas, debido a que te garantizará mayor certidumbre que una vulgar imitación. Para evitar problemas, es mejor que apuestes siempre por lo conocido para que no seas victimas de ningún susto en el futuro. Incluso, si tu cerrajero de confianza te recomienda una cerradura cuya marca no es tan común, puedes hacerle caso sin pensarlo.
Si ya compraste la cerradura y te has quedado sin dinero para contratar a un cerrajero, puedes instalarla tú mismo pero, con mucho cuidado. Para llevar a cabo dicho procedimiento, es importante que cuentes con todos los materiales necesarios como destornilladores, lima, taladro con bocas para madera y de metal, un metro, corona dentada y formón. Recuerda que una cerradura mal puesta es como tener una puerta sin esta última, de esta manera, los ladrones entrarán a tu casa más pronto de lo que te imaginas.
El primer paso para realizar la instalación es visualizar el sentido de apertura de la puerta y determinar si esta abre a la izquierda o a la derecha, así, sabrás exactamente qué tipo de cerradura debes comprar. Si tu puerta ya tenía instalada una cerradura, debes quitar la anterior y colocar una nueva, al tener las mismas medidas, el proceso de instalación será más sencillo.
Por el contrario, si es la primera vez que colocas una cerradura, debes comenzar marcando la zona de 1.05 cm de altura, para poder nivelarla a la altura adecuada, seguidamente, debes utilizar el taladro, con el que abrirás los huecos necesarios para encajar la cerradura. A continuación, con la lima y el formón se le dará forma al agujero abierto, luego de haberlo realizado, se procederá a colocar la caja, este hueco debe ser perfecto para garantizar el éxito de toda la instalación. De esto depende que la puerta abra y cierre sin problemas, de lo contrario, tendrás que hacer más trabajos y llamar a un cerrajero para que repare los daños.
Después, tendrás que instalar el bombín con una corona dentada para realizar el respectivo agujero, cuya medida tendrá que ser perfecta en ambos lados. Finalmente, debes colocar la chapa de protección y los embellecedores. Si vas a colocar la cerradura en una puerta mecánica, debes tener en cuenta que la abertura de los huecos será más complicada. Con estos sencillos pasos, lograrás realizar este procedimiento tú solo, sin embargo, nunca está de más recurrir a un profesional capacitado en esta área para garantizar mayor seguridad.
